Significado De Blasfemia

Concepto

El significado etimológico de la palabra ofensiva Blasfemia es ofensa, injuria, escarnio. El significado culturalmente recibido proviene del empleo riguroso de su palabra como ofensa hacia una divinidad.

Índice del Contenidos

Se charla de blasfemia en el momento en que hay una irreverencia hacia una deidad, una religión o algún tema considerado sagrado. Asimismo en el momento en que se hace una difamación hacia el nombre de un dios.

Definición

El término blasfemia procede del heleno viejo blaptein que significa de manera directa injuriar y la palabra pheme que en nuestro idioma sería reputación, con lo que se comprende como ofensa hacia un individuo o cosa respetable.

Curiosidades

En la antigüedad se veían castigos muy severos contra los blasfemos, no obstante aún el día de hoy hoy en dia, ciertos países sostienen leyes contra la blasfemia, con pluralidad de sanciones y de gravedad en.

Ciertos países como Alemania, Suiza, Dinamarca, Austria, España y Finlandia sostienen códigos legales que sancionan las blasfemias, tal como los países musulmanes, cuyas leyes y sanciones son mucho más estrictas y severas.

Desde la cadena perpetua hasta la desaparición tienen la posibilidad de ser sancionados los blasfemos en los países que se rigen por la Torá, al tiempo que esos que llevan el judaísmo, se rigen por las condenas indicadas en el Libro de Levítico.

Para los seguidores de Jesucristo, únicamente una blasfemia les resulta contada, aquella que se realice contra el Espíritu Santurrón de Dios, a la que Jesús señaló que nunca recibirían perdón, hecho registrado en el Evangelio de Marcos, capítulo 3.

Otros datos

Hay una rama del derecho, llamada derecho canónico, el que es una ciencia jurídica que se hace cargo de estudiar y desarrollar las leyes que tienen regulación y efecto desde y sobre la iglesia católica.

Según esta ciencia jurídica la blasfemia se considera como toda aquella palabra injuriosa profesada en oposición a Jehová Dios, la que según la intensidad de su gravedad podría establecerse como herejía o no.

Las blasfemias asimismo tenían su variación en si eran de manera directa dirigidas contra Dios o si eran indirectas, las que iban dirigidas hacia el resto sujetos de adoración católica.

En la le lengua griega y hebrea, la palabra blasfemias asimismo debe ver con irrespetar el honor de un individuo, atentar contra su honra o su popularidad, y este aspecto fue mantenido en el tiempo.

Tal es así que se llegara a estimar asimismo como una blasfemia, el difamar a los curas y cualquier ministro del templo.

En el momento en que charlamos del castigo a la blasfemia, la mejor referencia quedó registrada en las Santas Escrituras, desde tiempos de Moisés en el libro de Levítico tenemos la posibilidad de ver la responsabilidad del tema.

“Y el hijo de la mujer israelita blasfemó el Nombre y maldijo…Y lo pusieron en la prisión hasta el momento en que les fuera proclamado por palabra de Jehová. Y Jehová charló a Moisés y ha dicho: saca al blasfemo del campamento y todos y cada uno de los que oyeron, apedréenlo…”

Este extracto del libro de Levítico que se puede leer terminado en el capítulo 24 versículos del 11 al 16, se refiere al castigo recibido por protestar de la justicia de Dios,  y para prueba del pueblo, debía fallecer el blasfemo.

Esta referencia hace alusión a lo realmente insultante que resulta para Dios recibir blasfemias de sus hijos, y nosotros como su creación debemos sostener reverencia a su poder y su presencia.

Tener miedo de Dios es un sentido de honra y respeto mucho más que de temor mismo, pero tan esencial como el almacenar los mandamientos que nos fueron dados desde el comienzo, ya que esto nos sostendrá en el sendero recto y de bendición.

Exactamente el mismo Esteban, acólito de los Apóstoles, siervo de la obra del Señor, fue acusado de blasfemar contra el Dios que profesaba, y fue lapidado hasta la desaparición, no obstante en medio de una lapidación advertía:

“Ni en las situaciones mucho más desfavorables de nuestra vida, ni aun en el momento en que no comprendamos las cosas que nos suceden, no frente al mal de una enorme pérdida, nunca debemos irrespetar el nombre de Dios, por el hecho de que no es pecado pequeño”

Hoy en día, el valor del respeto y la honra se perdieron, tanto que blasfemamos con tantas cosas que nos semeja habitual, pero esta observación te traiga a conciencia y reflexión.

Tomar el nombre de Dios para  rechistes y el hecho de prometer por Dios, o aún por el nombre personas como presentes, son maneras de blasfemar.

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