Significado de satélite
Generalmente, un satélite es cualquier cosa que orbita otra cosa, como, por poner un ejemplo, la luna orbita la tierra. En un contexto de comunicaciones, un satélite es un receptor / transmisor inalámbrico especializado que se arroja a través de un cohete y se pone en órbita cerca de la Tierra.
Índice del Contenidos
Hay cientos y cientos de satélites hoy día en operación. Se usan para objetivos tan distintos como la predicción del tiempo, la transmisión de televisión, las comunicaciones de radioaficionados, las comunicaciones de Internet y el Sistema de posicionamiento global (GPS).
Concepto
Un satélite es cualquier objeto que se desplaza en una trayectoria curva en torno a un mundo. La luna es el satélite natural original de la Tierra, y existen muchos satélites artificiales (, en general mucho más próximos a la Tierra. El sendero que prosigue un satélite es una órbita , que en ocasiones toma la manera de un círculo.
Para entender por qué razón los satélites se mueven así, debemos regresar a conocer a nuestro amigo Newton. Newton ha propuesto que hay una fuerza (gravedad) entre 2 elementos del cosmos. Si no fuese por esta fuerza, un satélite en movimiento cerca de un mundo proseguiría en movimiento a exactamente la misma agilidad y en exactamente la misma dirección, una línea recta. No obstante, este sendero inercial online recta de un satélite está equilibrado por una fuerte atracción gravitacional apuntada hacia el centro del mundo.
Definición
Un satélite es una luna, un mundo o una máquina que orbita un mundo o una estrella. Por poner un ejemplo, la Tierra es un satélite pues orbita el sol. Del mismo modo, la luna es un satélite por el hecho de que orbita la Tierra. Comunmente, la palabra "satélite" tiene relación a una máquina que se arroja al espacio y se desplaza cerca de la Tierra u otro cuerpo en el espacio.
La Tierra y la Luna son ejemplos de satélites naturales. Cientos de satélites artificiales, o artificiales, orbitan la Tierra. Ciertos toman fotografías del mundo que asisten a los meteorólogos a adivinar el tiempo y seguir huracanes.
Ciertos toman fotografías de otros planetas, el sol, los orificios negros, la materia obscura o las galaxias lejanas. Estas imágenes asisten a los científicos a entender mejor el sistema del sol y el cosmos.
Curiosidades
Hay tres géneros de sistemas de comunicaciones por satélite. Se clasifican según el género de órbita que prosiguen.
Un satélite geoestacionario orbita la Tierra de forma directa sobre el ecuador, precisamente 22,000 millas hacia arriba. A esta altitud, un viaje terminado en torno a la tierra (con relación a el sol) toma 24 h.
Por ende, el satélite continúa sobre exactamente el mismo punto en la área de la tierra en todo instante, y continúa fijo en el cielo desde cualquier punto de la área desde el que se puede "ver". Los llamados satélites meteorológicos tienden a ser de esta clase. Puede ver imágenes de ciertos de estos satélites en Internet a través del Purdue Weather Processor.
Un solo satélite geoestacionario puede "ver" precisamente el 40 por ciento de la extensión de la tierra. Tres de estos satélites, apartados a intervalos iguales (120 grados angulares de separación), tienen la posibilidad de ofrecer cobertura al mundo entero civilizado. Dirigido al sitio en el cielo donde el satélite se cierne.
Otros datos
Un sistema satelital de órbita terrestre baja (LEO) utiliza una enorme flota de "aves", cada una en una órbita circular a una altitud incesante de unos pocos cientos y cientos de millas. Las órbitas toman los satélites sobre o prácticamente sobre los polos geográficos. Cada revolución dura precisamente de 90 minutos a unas escasas horas.
La flota está preparada de tal modo que, desde cualquier punto de la área cualquier ocasión, por lo menos un satélite está en una línea de visión. Todo el sistema marcha de forma afín a la manera en que un teléfono.
La primordial diferencia es que los transpondedores, o receptores / transmisores inalámbricos, se mueven en vez de estar fijos, y están en el espacio en vez de estar en la tierra.
Un sistema LEO bien desarrollado vuelve posible que cualquier persona logre entrar a Internet mediante la red inalámbrica desde cualquier punto del mundo, usando una antena no mucho más delicada que la televisión clásico "orejas de conejo".
Ciertos satélites viran en torno a la tierra en órbitas elípticas. Estos satélites se mueven velozmente en el momento en que están cerca del perigeo o su altitud mucho más baja; Se mueven de manera lenta en el momento en que están cerca de un auge, o su altitud mucho más alta. Estos "pájaros" son empleados por operadores de radio apasionados y por ciertos servicios comerciales y gubernativos. Necesitan antenas direccionales cuya orientación debe ajustarse regularmente para proseguir la trayectoria del satélite a través del cielo.
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